CINEMA JOVE 2014

Tras haber asistido al festival Valenciano y haber visto las 10 películas que allí se proyectaban aquí hablaremos de las que nos han llamado la atención:

CHERRY PIE. Lorenz merz. Suiza. 2013

La gran sorpresa de este festival, pues se alzó con el premio del mismo. Sin duda toda una apuesta. Se sale de una narratividad comercial. Su protagonista Zoé improvisa sus decisiones en lo que parece una búsqueda de sí misma.  La cámara la sigue en este viaje y en la intimidad Zoé interactúa con esta cámara mientras se toca. Esa mirada apasionada con que la actriz atraviesa la cámara no es casual, pues el operador de cámara (que también es director de la película) es la pareja de esta actriz. Es una película pequeña, hecha por un equipo muy reducido y con el presupuesto con el que iba a hacer un cortometraje, y de ahí ha salido esta peculiar película, en la que, al igual que su protagonista parece que no sabemos dónde vamos, pero no podemos dejar de mirar.

FINISTERWORLD, Frauke Finisterwalder. Alemania. 2013. 91’ 

https://www.youtube.com/watch?v=O9HK4vUgxrM

Estamos ante una comedia negra en la que 12 personajes unidos por lazos familiares, amorosos, o por la casualidad, nos muestran la cara b de sus personalidades, dejándonos ver rarezas que podrían, en algunos casos, ser clasificadas como locura. Una buena película, que hace más llevadero este festival donde se agradece poder reírse un poco entre tanto drama.

MANDARIINID, Zaza Urushadze. Estonia. Georgia. 2013.

Una de las mejores películas de este festival. Durante la guerra en Abkhazia (Georgia, 1990) su protagonista, Ivo, acoge a dos soldados heridos de diferentes bandos. Ivo, junto a su vecino, pasará de recoger mandarinas a cuidar de los enfermos e intentar evitar que la guerra entre los dos combatientes enemigos no continúe bajo su techo. La recomiendo fervientemente.

ÁRTICO, Gabriel Velázquez. España. 2014.

Película de quinquis del 2000 en la que unos jóvenes infelices con sus vidas tratan de buscar una salida por la vía de la delincuencia. Los actores no son profesionales, aquí es donde en mi opinión reside el gran fallo. Podría haber sido una buena opción con un mejor casting, pero en este caso los personajes se ven rígidos y las frases suenan falsas en sus bocas. No hay un solo momento de la película en la que aparezcan estos "no actores" donde me consiga meter en la historia, se nota que la cámara está presente. Lo que salva la película y hace que mi sensación final sea un “se puede ver” es la preciosidad de su fotografía. 

CUMBRES, Gabriel Nuncio.México. 2013.

Totalmente prescindible. Una fotografía en blanco y negro con un exceso de noches en las que no vemos nada más que negro, tal vez por falta de presupuesto, ya que es difícil encontrarle un sentido narrativo a esta precariedad en la imagen. No se desarrollan los personajes. Tiene un metraje de sólo 81’ y se me hizo eterno.